Lechuga romana

Las lechugas forman el género Lactuca y pertenecen a la familia de las Asteráceas (Compuestas).

La romana es una lechuga de hojas alargadas, tersas y muy verdes, cuyo tronco principal es rígido, crujiente y fibroso.

En el mercado se encuentra fresca, siendo su mejor época el invierno y la primavera.

Escoge una lechuga de hojas brillantes, tersas y crujientes y desecha las que presenten mal aspecto. Cuanto más verde, más vitaminas y minerales contiene.

Tiene propiedades analgésicas, emolientes y calmantes.

La lechuga romana debe lavarse antes de introducirse en el frigorífico, donde se conserva de 3 a 5 días. No saques la lechuga del frigorífico ni la aliñes hasta el último momento.

Consérvela en el frigorífico, lejos de los alimentos que producen etileno (manzanas, peras, plátanos, melones y tomates) y dentro de una bolsa o recipiente de plástico. Es rica en agua y tiene pocas calorías.

Es ideal para ensaladas, sola o combinada con otras variedades de lechuga.