Los quesos curados
14082010
Los quesos curados son aquellos que, tras el desuerado, pasan por un proceso de añejamiento (o curado) en el que el queso se seca, y al que adicionalmente se le aplican técnicas de conservación, como el salado o el ahumado.
El tiempo necesario para considerar a un queso como curado es mayor que el de cualquier otro queso , oscilando desde los 6 meses hasta los 2 años, pero en general se requiere un mínimo de año y medio o dos años.
El proceso de curado hace que obtenga una textura bastante más dura y seca, así como que se incremente la intensidad de su sabor, propiedad muy deseada entre los amantes del queso.
Dado que, muchas personas no toleran los sabores fuertes, es fácil encontrar distintas variantes de curado para un mismo queso, catalogándolos normalmente como:
tiernos,
semicurados y
curados.
Algunos quesos curados son el queso manchego (español con DO), el queso tipo manchego (español, en sus versiones de tierno, semicurado y curado), el queso de Mahon (España, con DO) el queso idiazábal (con DO y declarado patrimonio gastronómico europeo), el gouda (holandés que se suele exportar con un curado aproximado de 6 meses), el parmesano ( italiano, un queso muy duro cuya curación puede sobrepasar los tres años ), etc, pero la lista es interminable.