Tender la ropa lavada

Parece y es lo más fácil, y sin embargo no sirve tender de cualquier manera, poder se puede, pero es poco práctico.

He aquí algunos consejos:

• Cuando haya finalizado el centrifugado tiende inmediatamente (la ropa no se arrugara tanto; porque cuando queda amontonada en la lavadora largo rato queda como una uva pasa).
• Antes de colgar la ropa pasa un paño húmedo por el cordel para retirar el polvo que se haya podido acumular
• Da una sacudida a las prendas antes de colgarlas para que sea más fácil plancharlas.

• Las prendas que hayas lavado por el revés, tiendelas también tal como están no perderán tanto el color si les da el sol.
• Al tender la ropa debe quedar lo más estirada posible y eso nos evitará tener que planchar la mayoría las piezas (ropa interior, paños de cocina, toallas, etc). Si tienes un sitio adecuado cuelga en perchas las camisas, las camisetas y similar y te facilitaran (incluso en ocasiones te evitarán) el planchado. Con adecuado quiero decir que no hay peligro de que la percha salga volando, aunque para mayor seguridad sujeta la percha con una pinza.
• En cuanto la ropa tendida haya secado procura quitarla del tendal. No la dejes horas y horas porque cogerá polvo y olores desagradables, salvo que vivamos en pleno campo.
• Cuando quitemos la ropa ya seca del tendal, no hagamos con ella una nueva montaña de ropa. Si la hemos tendido con cuidado y al quitarla del tendal “medio la colocamos” cuando llegue la hora de la plancha tendremos medio trabajo hecho. Si hemos tendido algunas piezas en perchas las dejamos como están, si no hemos podido hacerlo así, al quitarlas del tendal las pondremos en perchas pendientes del momento de la plancha (camisas, camisetas, pantalones, jerseis, etc).